Uno de los animales más interesantes de la costa de Chile es sin lugar a dudas el “Chungungo”, la nutria marina más pequeña del mundo, midiendo no mas de 1 metro desde su cabeza a la cola. Lo podemos encontrar buscando su alimento en las aguas más movidas del borde costero, desafiando el gran oleaje del océano Pacífico, sin mayores dificultades. Es por lo mismo un animal muy difícil de observar, y mucho más de fotografiar. Es necesario conocer muy bien su conducta y hábitos para poder tener buenos acercamientos que nos permitan hacer buenas imágenes de estos. Es aquí donde la paciencia y perseverancia comienzan a dar sus resultados.
Tuve la gran suerte de encontrar a una familia de “Chungungos” que habitaban un lugar muy cercano a la costa, por lo que sus acercamientos al borde costero eran frecuentes y decididos, regalando muchas posibilidades fotográficas. Estos animales son muy activos al
comenzar el día, por lo que llegar a primera hora al lugar es de suma importancia si queremos observar todo su ciclo de actividad.
Usualmente estos estarán nadando y buceando en busca de sus presas, que van desde peces hasta cangrejos, los cuales una vez capturados, son comidos sobre alguna piedra que sobresale del agua o simplemente flotando de espaldas en el agua. Ambas situaciones dan excelentes oportunidades fotográficas donde podemos apreciar muchos detalles de este momento.
También es muy interesante verlos interactuar entre si. En general son animales bastante sociables, y es frecuente verlos jugar y perseguirse, sobre todo los individuos juveniles. Es así que tuve la posibilidad de fotografiar y filmar a 3 individuos juntos en innumerables situaciones.
Un aspecto clave para conseguir las imágenes que quería fue la perseverancia y constancia en las visitas al lugar, ya que muchas veces no pasaba nada, y esta bien, así es fotografiar naturaleza. Debemos recordar que estamos trabajando con individuos salvajes y somos nosotros quienes debemos adecuarnos a sus ritmos. Es aquí mi llamado a la paciencia y a aprender a tolerar la frustración que puede generar el ir y no ver nada, ya que con el tiempo ,de a poco, empezaremos a ser cada vez más perceptivos y observar cosas esenciales que en un principio pasábamos por alto. La fotografía de naturaleza es 90% observación y 10% técnica.
Como recomendaciones para tener acercamientos con esta especie es simplemente buscar en cualquier lugar de la costa que tenga un borde rocoso, que es donde usualmente hacen sus madrigueras. Esta especie se encuentra desde Perú hasta Tierra del Fuego, por lo que su rango de distribución es muy amplio. Lo ideal es comenzar observando con binoculares por un buen rato desde un punto alto, hasta identificar a algún individuo. Una vez logrado esto, ya sabemos que en ese lugar al menos hay uno y lo más probable es que lo volvamos a encontrar ahí, ya que son animales que mantienen un territorio determinado por mucho tiempo.
Luego debemos encontrar algunos puntos en la costa donde sentarnos y esperar a que pasen las cosas. En general vamos a encontrar algunas rocas que los “Chungungos” usan frecuentemente para alimentarse o descansar, las cuales debemos identificar y trabajar en ese sector.
Con respecto al equipo necesario para obtener buenas imágenes, necesitaremos una cámara que ojalá dispare más de 8 o 10 fotos por segundo, ya que a veces podemos captar secuencias de conductas muy interesantes. Acompañado de lo anterior, cualquier teleobjetivo sobre los 300 mm nos va a servir. En lo personal yo hice la gran mayoría de las imágenes con la Sony A1, que tienen una muy buena resolución y es muy rápida enfocando y disparando, además de la detección de sujeto de forma automática, lo cual ayuda mucho a la hora de acertar el foco en el ojo del animal. Junto a la cámara utilicé principalmente el lente Sony FE 600 GM f4 y el SONY FE 200-600 G, ambas ópticas muy buenas con la posibilidad de la utilización de teleconverters, los cuales en muchas ocasiones fueron de gran utilidad debido a la distancia a la cual se encontraban las nutrias. Es así que muchas veces me vi fotografiando a 1200 mm utilizando el FE 600 GM junto al TC de 2X.
Otro elemento que también será muy relevante es la utilización de un buen trípode sobre el cual montar la cámara, ya que muchas veces vamos a estar esperando largos ratos y tener el equipo sobre un soporte nos ayuda mucho a descansar los brazos. Y si se quiere
mejor movilidad de la cámara y el lente largo sobre el trípode, ahí recomiendo la utilización de un cabezal tipo Gimbal o de video.
Con respecto a los parámetros para realizar estas tomas, debemos entender que muchas veces estaremos fotografiando con condiciones de luz escasa, lo cual vamos a solucionar subiendo el ISO en nuestra cámara, llegando incluso a valores superiores a 12800. Esto lo hacemos debido a necesitamos velocidad, de por lo menos 1/400, si queremos congelar la imagen de un “Chungungo” sobre una roca, hasta fácilmente 1/4000 cuando estos están nadando o saltando. Es entonces la velocidad o tiempo de exposición el factor que más debemos cuidar en la triada de la exposición, entendiendo que fotografiamos animales muy inquietos. Con respecto a la apertura, esta la podemos mantener entre la apertura mas grande del lente hasta un f11, en caso de que queramos mejorar la profundidad de campo de la imagen debido a que el animal se nos acercó mucho.
Al seguir los consejos descritos anteriormente, puedo asegurar que el resultado llegará mas pronto que tarde, logrando hermosas fotografías de esta especie que hoy en día se encuentra amenazada y que debemos proteger. Y claramente para proteger algo lo debemos conocer, por lo que cada imagen que se genere, publique y comparta, es una embajadora de esta especie para su presente y futura conservación.
